Cómo funciona un drone infantil: te sacamos de dudas

No cabe duda de que los niños, igual que los adultos, sueñan con volar y ser capaces de hacer piruetas y dominar el espacio aéreo, tal y como han visto recreado muchas veces en sus películas o series favoritas.

Quizá por eso que tener un drone o «dron» es un artefacto muy tentador para ellos. Pero desde luego un drone es un objeto que puede ser algo mucho más complicado que un simple juguete.

Hay que tener en cuenta que existen varios modelos de drones y con utilidades muy diversas, desde drones profesionales para grabación o tareas de rastreo y seguimiento, hasta un drone infantil. Estos últimos son de los que hablaremos hoy, y los únicos recomendados para ciertas edades tempranas debido a su funcionamiento.

Al fin y al cabo cuando hablamos de drones estamos hablando de pequeñas «aeronaves» que son capaces de entrar en espacios aéreos de uso profesional y militar. Por ese motivo, hemos de saber las diferencias y las cualidades de un drone infantil y otros tipos de drones más complejos. ¡Vamos a verlas!

¿Para qué se puede usar un drone infantil?

Siendo un objeto catalogado como «infantil», no hace falta pensar mucho para darnos cuenta de que lo más probable es que este tenga una o dos finalidades: proporcionar diversión y, en la medida de lo posible, tener un fin didáctico de algún tipo. Vamos a profundizar un poco en estos dos aspectos.

Principalmente, a los niños y niñas les llaman la atención los drones porque son un tipo de «juguetes» muy espectaculares. Un coche teledirigido está muy bien, pero un drone infantil tiene una gran y obvia diferencia, es capaz de volar y mantenerse en el aire por varios minutos, siendo controlado a nuestro antojo y pudiendo hacer, en muchos casos, piruetas espectaculares. Por lo que el apartado de la diversión, es algo que un drone infantil cumple sobradamente.

Pero además de proporcionar diversión, los drones infantiles pueden tener diferentes características. Hay drones para niños que tienen incluso una pequeña cámara para filmar los vuelos que hagan, por lo que la experiencia de uso es aún más completa.

Ya no solo se trata de volar, sino que después podré ver por dónde he volado y los movimientos que he sido capaz de realizar en el aire con la pequeña aeronave. Entramos ya en terrenos didácticos, ya que los niños empiezan a tomar conciencia de que cambiando su modo de vuelo, sus planos cinematográficos o sus fotografías mejorarán considerablemente.

Además de llevar cámara o no llevarla, existen drones para niños con funcionamientos muy diferentes. Para simplificar, nosotros distinguiríamos entre los drones que pueden mantener la altura y la posición sin necesidad de que la estemos controlando mediante ninguna palanca, y los que necesitan que su altura sea controlada mediante una palanca de altitud.

Los segundos son algo más difíciles de controlar con calma y al principio costarán un poco más de manejar por los niños. Esto ya nos da una idea de lo didáctico que puede ser para nuestros hijos el hecho de aprender a manejar una de estas pequeñas aeronaves y controlar todas sus direcciones de movimiento.

Para que la experiencia de vuelo sea aún más inmersiva, hay drones infantiles que tienen un sistema de vuelo FPV, que es la manera anglosajona de nombrar al modo de vista en primera persona o First Person View, y poder controlar el movimiento del drone desde una pantalla y ver exactamente lo que estaría viendo él si tuviera ojos, gracias a su cámara incorporada.

La experiencia de simulación así es de lo más emocionante, y de nuevo es otra manera de enseñar a los más pequeños a controlar con más precisión los movimientos de un objeto volador.

¿A partir de qué edad es recomendable un drone?

Bien, esto es totalmente dependiente del tipo de drone infantil del que hablemos, porque según la edad del niño deberemos escoger uno u otro tipo.

Drones para niños de menos de 6 años

Es obvio, pero no hay drones para niños de 4 años porque ni les sacarían partido en cuanto a diversión, ni entenderían que el drone es capaz de moverse en altura y en sentido lateral y rotatorio a la vez.

Estos son conceptos quizá algo más avanzados para su edad, así como no tendrían la rapidez de manejo suficiente como para disfrutarlos.

Por supuesto, hablamos a nivel general, y no podemos obviar que hay niños y niñas de 4 y 5 años que son capaces de hacer cosas absolutamente sorprendentes, como siempre.

Drones para niños de 6 o 7 años

En esta franja de edades es en la que empezaríamos a poder comprarles un drone para niños, pero de los que no tienen cámara y están más pensados para ser volados en interiores, es decir, en nuestra propia casa. Pueden pesar desde 80 gramos ¡a incluso 25 gramos el más liviano!

Estos drones se componen básicamente de un pequeño cuerpo con el motor, y 4 hélices en las esquinas cubiertas con un protector para ser aún más seguros. Os confirmamos que incluso si chocásemos las manos contra ellos no nos producirían ni tan solo un corte, sino que el drone pararía en seco, ya que no tienen ni la fuerza ni el tamaño para hacernos nada.

Son drones para niños que pueden ser volados con mando o incluso lanzándolos con la mano y controlándolos mediante movimientos, pero que no tienen peligro alguno de ser volados en interiores y que supondrían la iniciación a este mundillo para los más pequeños de la casa.

Drones para niños de 8 o 9 años

Aquí ya podemos añadir algo más de complejidad al aparato. Aunque seguimos hablando de drones infantiles con pesos inferiores a los 100 gramos, ya pueden tener incluso cámara de vídeo, un alcance mayor (hasta 50 metros) y ser útiles y divertidos para volar en exteriores.

Con ellos pueden ir haciendo los niños y las niñas sus primeros pinitos en la experiencia de volar estas pequeñas aeronaves.

Drones para niños de 10 años en adelante

Los infantes de 10 o más años ya tienen una comprensión y unas habilidades que les hacen aptos de manejar aparatos algo más complejos. Muy lejos aún de los modelos de drones para adultos, pero que empiezan a parecerse bastante en algunos conceptos como los comentados antes del movimiento, control de altitud, posicionamiento GPS, o cámaras integradas de hasta 2K. De nuevo, tendrán protecciones y pesos que los hacen totalmente seguros en caso de choques.

¿Es seguro para un niño utilizar un drone?

Sí. La respuesta es un sí rotundo, porque las marcas ya han tenido en cuenta no solo las regulaciones sobre estas pequeñas aeronaves sino que sus materiales y su peso los hacen totalmente inofensivos.

No solo llevan protecciones en sus hélices para que estas no choquen nunca directamente contra las personas, sino que sus materiales son tan ligeros y blandos que es imposible que nos hagan nada.

Pero en lo que sí hemos de tener cuidado es en el lugar en el que los niños utilizarán los drones. Es decir, no podemos dejar que los niños vuelen los drones al lado de la carretera, por ejemplo, porque podrían molestar a conductores, especialmente de motocicletas o bicis, y provocarles un susto que sí pudiera dar lugar a accidentes.

Por ejemplo, tampoco podemos dejarles que los vuelen cerca de animales, perros o ganado, porque les asustarán y no sabemos las reacciones que estos podrían tener.

Quitando este tipo de cosas, que dependen más del uso que se les quiera dar, los drones infantiles son totalmente seguros a día de hoy.

Cómo funciona un drone infantil

Básicamente, los drones infantiles más completos se manejan mediante dos palancas: una la izquierda, que controla la altitud dándole para arriba o para abajo o su movimiento lateral (a derecha o izquierda); otra palanca a la derecha que controla el drone en su sentido de rotación, hacia un lado u otro.

Además, si tienen cámara los mandos tendrán un botón para activar la cámara o no, así como si es capaz de hacer piruetas, es posible que tengan botones adicionales a los lados (tipo mando de consolas).

Aunque dependerá del modelo, en general, los controles son algo de lo más sencillo e intuitivo para un niño.

Qué tener en cuenta al elegir un drone infantil

Como hemos comentado, lo más importante a la hora de elegir el drone infantil es la edad que tiene la personita a la que se lo vamos a regalar, puesto que es lo que nos indicará el modelo de drone para el que está, o no, preparado.

Después, y si el niño o niña ya entiende un poco del tema, podemos preguntarle si lo prefiere con cámara, o si no es su primera experiencia con estas aeronaves, si quiere experimentar el vuelo con drone FPV para niños.

¿Se puede volar un drone infantil en cualquier sitio?

Ya hemos comentado que un aparato volador, por más que sea para niños, puede molestar y mucho si lo volamos en una vía de circulación o si entorpece la tranquilidad de personas y animales.

Quitando estas circunstancias, un drone infantil es considerado un juguete, un aparato de recreo, y tiene un peso gracias al cual la ley permite que lo utilicemos en cualquier parte.

Por debajo de 250 gramos de peso, son considerados aparatos de recreo y no tienen la misma regulación que los drones grandes ni que los profesionales. Como ya hemos comentado, hay muchos que rondan los 100 gramos o menos.

Lo que tendremos que tener en cuenta es que, si adquirimos un drone con posicionamiento GPS, no podemos hacerlo despegar cerca de un aeropuerto o una base militar, puesto que podríamos entorpecer las señales de otras aeronaves mayores y mucho más importantes.

¿Por qué es bueno para un niño tener un drone?

Tal y como hemos visto, los drones para niños son «juguetes» con muchas posibilidades, y que no solo les ofrecerán diversión, sino que les enseñarán cosas tan importantes como: entender el movimiento de un objeto volador en sus diferentes ejes, aprender a controlar la altura y la velocidad de estos juguetes, iniciarse en el mundo de la fotografía aérea y la grabación con drones, ganar en precisión y en control del vuelo gracias al manejo de unos mandos…

Al final, ser piloto de drones es una profesión que hoy en día requiere un carnet y unas habilidades que no todo el mundo posee, por lo que es una salida laboral más en caso de que lo quisieran llevar hasta un terreno profesional.